Un perro espectador

Pongo perros porque es el animal que más cerca tengo y por el que siento mucho afecto. No por "mi" perro, no entendemos nada cuando sólo queremos a "mi" perro.

Me gusta observarlos, creo que tenemos que aprender de todo lo que hay en la naturaleza, de los animales en especial. Ellos tienen sus propios "problemas" de supervivencia, pero nuestra libertad, nuestra vida en sociedad, nuestra capacidad de engañar, hacen la vida humana muy complicada. Cuando miras un animal comportarse, por ejemplo un perro, da mucha paz. A mí me gusta verlos cuando se tumban, la cabeza también apoyada en el suelo. Nosotros los humanos no podemos hacer eso, perdemos muy fácilmente el contacto con la tierra. El animal nunca pierde el sentido de la realidad, del aquí y ahora. Es su ventaja, nos enseña a atenernos a lo que hay.

Me pregunto si nuestras relaciones con los perros, animal de compañía por excelencia, no están equivocadas. Pensamos que nosotros le damos cobijo, alimento, vacunas... pero ¿no se puede decir que un animal nos da mucho más a las personas? a mí me lo parece, saben querer, demostrar su alegría porque llegas, nunca "piensan en lo que van a pensar los demás" para comportarse, se comportan y conducen con absoluta sencillez, naturalidad y autenticidad. Un perro bien educado, bien criado, es una maravilla de equilibrio. Te transmite su equilibrio psicológico, su paz. No hay problemas, no hay preocupaciones, sólo hay ilusión por salir a jugar con la pelota, a pasear, las personas no sabemos disfrutar con tan poca cosa, por eso no somos felices ni equilibrados como ellos. No sabemos valorar los tesoros que tenemos, no nos damos cuenta de que estar vivo es un pequeño milagro, y poder alimentarnos cada día también. Todo lo damos por hecho, por sabido, por visto. El animal se alegra sólo porque te ve que coges la correa y se la pones y eso significa ¡Salida a la calle! ¿no es una maravilla ser tan feliz con tan poco?

Tienen gestos de ternura que una persona no sabe tener. Un amigo me cuenta que una temporada que se iba a trabajar temprano, su perro se pone a dormir en la puerta de la calle para que no se olvide de él y lo deje en casa al salir. Yo he visto al perro traer al dueño el calzado de salir a la calle, es su manera de decir ¡sácame de paseo!

Nunca te critican ni te traicionan ni te dicen lo contrario de lo que están pensando para contentarte. Ni hacen sectas ni pueden pertenecer a ellas.

Verdaderamente somos el peor animal que pisamos la tierra...

En el programa el "Encantador de perros" se ve que realmente quien necesita educación somos las personas, no los perros. El perro se comporta como debe, pero son los dueños los que no entienden el lenguaje del animal, quiero decir que cuando un perro falla, realmente es el dueño el que necesita "adiestramiento", porque el problema es el ser humano que no hace lo que tiene que hacer con su mascota.

Me dan envidia las personas que se han dedicado toda su vida al estudio del comportamiento de los animales. Por ejemplo hace poco ví a un zóologo americano que ha estado 40 años estudiando un tipo de oso, y dice que después de tanto tiempo se da cuenta de que sabe muy poco, de que está empezando a conocer el comportamiento del oso. Entiendo que esa persona es un sabio como hay pocos. Y la calma, que el animal esté tranquilo, que no te vea como una amenaza, saber acercarse a ellos... eso también me gusta verlo en las personas. Me alegra ver que todavía hay gente en el mundo que siente que los animales se merecen todo nuestro respeto y afecto. Entiendo muy bien a todas las culturas que han visto dioses en los animales, algo sagrado en ellos, tenían un entendimiento de la naturaleza que nosotros hemos perdido. Para nosotros son una mercancía, un juguete, una mascota, a veces un estorbo, pero nunca algo sagrado o que tenga que ver con el más allá, con lo misterioso. Estamos ciegos.