EVOLUCIONISMO POLITICO ESPAÑOL II

Diría que son pataletas  inmaduras. Ninguno de los dos es santo de mi devoción. Lo de "yo también soy doctor honoris causa"...es de traca. Obsérvese el proceso de adaptación del "discurso" a lo que evidentemente es un cambio de aires.


En la vista panorámica de las ideologías políticas del catolicismo español estaban el tradicionalismo y su versión neo, la teocracia y me quedan dos: el catolicismo liberal en el que se incluyen centristas y demócratacristianos, y el catolicismo revolucionario. Este último dificilmente va a tener que ver con el Opus Dei. Ni siquiera el de los demócratacristianos va a tener que ver, tendencia en exceso socializante, cercana al socialismo. Y aquí nos gusta la élite y la distinción.

Escribiré mis hallazgos sobre la última etapa ideológica de Calvo Serer, cuando se tuvo que ir de España por contestón. Pero también levantaré acta de muchos otros grupos católicos que tenían ideales para su país. Quiero presentar la panorámica y el lugar que en el conjunto de las ideologías católicas ha jugado el Opus Dei en sus épocas de más apariencia social.

Ahora ya no se revisten tanto con teorías. Sólo buscan y consiguen los cargos y punto. Así en el gobierno actual, no sólo los ministros sino infinidad de puestos secundarios de esos que una se pregunta ¿qué necesidad hay de cambiar al director general de tráfico cuando cambia el gobierno? ¿qué más da?
Si lo que se buscara es la gestión, no se cambiaría a tanta gente en cada vuelco electoral. Pero hay que repartir prebendas entre todos los que te ayudan a llegar. Clientelismo lo llaman y es. A costa del pueblo español y de la eficacia.

Según Hermet León XIII con su "Rerum novarum" que inauguraba la doctrina social de la Iglesia, fue poco comprendido en España. Nosotros siempre hemos tendido más al Syllabus de Pío Nono es decir, a la lista de herejías.

Volviendo a nuestro tiempo. Muchos fueron los falangistas que se pasaron a una concepción más liberal de la política: Aranguren, Laín, Joaquín Ruiz Giménez y Dionisio Ridruejo que se fue  a un socialismo moderado. Dionisio caía bien a la gente.
Dionisio Ridruejo (1912-1975)

Pero el grupo neotradicionalista animado por Calvo Serer será reorientado en dirección opuesta. Algunos se atrevieron a hablar de un ala izquierda del Opus Dei. Una curiosidad política. Y ejemplo de los complicados caminos impuestos por cuarenta años de censura y aislamiento.
Calvo fue el iniciador de las dos corrientes más opuestas en el seno de las camarillas políticas. Toda una hazaña. Primero defensor del cristianismo histórico, de las glorias de la patria y de la misión eterna de España. En la década de los 60 inspira una tendencia democrática que se expresa en el diario Madrid a partir de 1966 hasta su voladura (del diario) en 1971. Me parece ilustrativo para entender esta increíble iniciativa de un numerario de oponerse al dictador lo que dijo Miguel Fisac en la Clave 1992 al respecto: "estos van a que los metan en la cárcel". Los había conocido en zapatillas.

En su segunda navegación ideológica Calvo Serer habla de una "labor de educación y aculturación democrática de las masas", que no sólo es el corolario inevitable del desarrollo económico como defendía Laureano. 

Sostiene que los regímenes autoritarios se justifican en la medida en que se proponen y revelan capaces de preparar el terreno a un gobierno democrático. De donde sostiene la obligación de esos regímenes de transición de velar por el nacimiento de una "oposición legal", que excluye a los revolucionarios (comunistas). Sus modelos son la Alemania de Adenauer, la Francia gaullista, la Turquía de Ataturk, este último partero de la oposición al régimen. Esto escribía en 1968, "España entre la libertad, la democracia y el progreso".

Los partidos de oposición no tienen valor por sí mismos, sólo son "estimulantes", no alternativas al poder. Admira al Méjico del PRI, que ha conseguido el equilibrio de las fuerzas políticas apartando los extremismos. Desea que la dictadura brasileña de los sesenta desemboque en democracia, y habla de la sabiduría de los coroneles griegos, cuyo régimen le parece previo a una democracia. 

Decía que un franquismo sin Franco es imposible. Le parece nula la posibilidad de que la democracia cristiana tome las riendas del poder en España. No se equivocaba. Tampoco le ve papeletas al régimen socialista. ¿La salida a Franco? una monarquía centrista, un régimen de orden funcional que se beneficie de la confianza de la derecha y de las esperanzas de la izquierda. Verdadero profeta en estos puntos, aspira a la realización en una etapa ulterior, de la síntesis entre la democracia liberal y el socialismo de los socialdemócratas- De este régimen podrían proceder un régimen progresista, sin lucha de clases, sin demagogia y sin clericalismo.

Calvo Serer y su séquito han dado muestras de una facultad de cambio fuera de lo común:

1939 Tradicionalistas y clericales
1953 Heraldos de una tercera fuerza monárquica
1963 Defensores fracasados de la oposición leal
1965 Anticlericales y celadores de una democracia ordenada
1971 Excluido del régimen franquista
1974 Aliado de Santiago Carrillo en la Junta Democrática

Otro del grupo, Florentino Pérez Embid, explica estos virajes en la revista Nuestro Tiempo de la universidad de Navarra, de mayo de 1965, en un artículo sobre Menéndez Pelayo:

"Somos adversarios por amplitud de criterio y aún por estética de las burdas tosquedades de la derecha reaccionaria, pero estamos a la vez alejados por instinto de responsabilidad, del complejo de inferioridad ante las amenazas de la izquierda."

Calvo Serer y sus amigos han recorrido de modo casi necesario, por su formación literaria y filosófica, el itinerario que debía conducirles a constituirse en rama relativamente liberal de una intelectualidad católica conservadora pero moderna, frente a la otra rama de los tecnócratas desarrollistas. Tanto los Calvo Serer como los Laureano López Rodó está fuera del catolicismo liberal. La originalidad ambigua de sus proyectos, lo mismo que el escaso número de seguidores, limitados a una parte de la élite conservadora, han creado, sobre todo después del Concilio Vaticano II, una incompatibilidad profunda entre su pragmatismo maquiavélico y el idealismo de los democratacristianos. 

Por su parte ese catolicismo liberal español al que no se puede adscribir al Opus Dei porcede de una triple filiación más paternalista que liberal: 

-catolicismo social de finales del XIX,
-los jesuitas, con la iniciativa del padre Ayala de la ACNP, una iniciativa elitista, muy hispánica.
-el carlismo, que ha dado origen en Cataluña y País Vasco a los movimientos autonomistas católicos, en los que la fe democrática ha ido unida a un conservadurismo social y religioso poco liberal e incluso intolerante.

Además democratacristianos y liberales se han visto envueltos en numerosas emboscadas antes y después de la guerra civil. Todo ello les da una fisionomía particular. 

Vienen interesantes párrafos sobre distintos personajes del XIX que se interesaron por los obreros: Albert de Mun, quería asegurar la pasividad política de los trabajadores. El jesuita Palau se esfuerza en diferenciar los círculos obreros religiosos de los sindicatos en los que los patrones no deben participar.
Los eltistas ACNP  con su afán de las cumbres, de conquistar la universidad, clientela selecta y disciplinada. Selección de dirigentes católicos de la que Escrivá copiará sin recato, aunque diciendo que había sido iluminado. En 1933 Herrera Oria profetizará la función de las organizaciones católicas en el franquismo, en plena república pronunció estas palabras: 

"Se puede decir que en la futura organización del Estado de España influirán más las organizaciones de Acción Católica que las mismas organización de Acción políticas". Así fue. 

La diferencia con Escrivá entre otras, es que Ayala y Herrera Oria inspiradores de ACNP despreciaban la política de los intrigantes, y le oponían la política de los hombres de Estado atentos al "bien común".Y criticaban la tendencia a cobrar comisiones de los políticos por resolver un asunto de modo favorable a una empresa. ¡Ya entonces! En "Formación de selectos" vienen estos atinados consejos para políticos. Pero se ve que pocos lo escucharon.
De ACNP salieron los ministros franquistas Martín Artajo, Castiella, Ruiz Jímenez, Silva.

Luego tenemos a los democratacristianos vascos que serían los del PNV de Sabino Arana, la nación vasca ha de ser católica pero al mismo tiempo propugna la separación de la iglesia y del Estado.

En cuanto a los democratacristianos catalanes, presentaban más claridad de ideas, un islote moderno y próspero en una península arcaica y pobre, aspiran a aislarse y protegerse de la carcundia nacional Qué poco hemos cambiado. Sin veleidades elitistas como los ACNP, ni tampoco pioneros del nacionalismo local porque ya están los independistas de Eskerra para ello. La democracia cristiana catalana lo más parecido a otras europeas.
La secularización de la iglesia catalana de los años 20, tardará 40 años en el resto de España.
Ideología democrática sin referencias confesionales. Aliados del democratacristiano italiano Luigi Sturzo

Hubo algunos castellanos desperdigados y minoritarios parecidos a estos catalanes: Luis Lucia, Gimenez Fernández. Alcalá-Zamora. Conservadores ilustradros y partidarios de la república, respetuosos de la religión y su peso en España. Son la Derecha Liberal Republicana. Demasiado comedido para que quede rastro de ellos hoy.

José Bergamín, poeta (1895-1983)
Otro católico interesante que iba por libre José Bergamín y su revista "Cruz y Raya" de nivel europeo. Poco conformistas, inspirados por "Esprit", seguidores de Guitton, Maritain, Mounier. Comprensivos con las masas oprimidas, fustigadores de la hipocresía política y de que el catolicismo sirva de tapadera a un partido. Contribuyeron a la apertura democrática, social y hasta socialista de una vertiente ínfima de la intelectualidad católica. A un nivel de modernidad política antes de la guerra, que a otros democratacristianos les costará llegar 30 años.

Se puede ver un estrecho parentesco entre estos de Cruz y Raya y la revista "Cuadernos para el diálogo" fundada por Joaquín Ruiz Jiménez en los 60: rechazo de la confesionalidad política, adhesión inequívoca a la democracia y apertura al socialismo, querían el pluralismo político.

Y a parte de todas esas personas y grupos tendríamos al llamado catolicismo revolucionario representado por curas como González Ruiz, teólogo de la liberación y de la revolución, o los "comunistas del Niño Jesús" de Córdoba con el psiquiatra José Aumente a la cabeza, el Círculo Juan XXIII en esa misma ciudad, la revista "El Ciervo" donde escribían muchos curas "revoltosos", Dalmau, Aguirre, Díez Alegría, Alvarez Bolado. 

Imagino que a todos estos los tendría Escrivá en mente cuando se metía con los curas que hablan de sociología y de necedades en vez de limitarse a los que él decía que se limitaba. Habría que ver detenidamente si se limitaba a los sacramentos y dirigir espiritualmente las almas. Mi conocimiento del Opus Dei por dentro me indica que no. Ayer mencioné la labor policíaca de formación.

Así que representábamos  y representan una ínfima fracción del catolicismo español, eso sí, con mucha mala idea y afán de control de la sociedad. 




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